Somos culpables de nuestros propios límites. Está en nuestras manos buscar un motivo para seguir, para levantarnos y cumplir la meta que nos propongamos. Muchas veces a los ejercicios les ponemos excusas, como no tener tiempo, no tener un lugar para entrenar o incluso, no tener las herramientas necesarias. Pero depende de nosotros, eliminar esas barreras y buscar una forma de cumplir y mejorar con nuestros propósitos.
Glenda Morejón, la marchista ecuatoriana tuvo un objetivo y no se rindió hasta cumplirlo. La joven de 17 años, vivía en una situación económica limitada, que no le permitía comprar un par de zapatos nuevos, aun así, su entrenamiento no paró y con el esfuerzo de sus padres y amigos, logró participar en competencias nacionales e internacionales. El hecho de tener una limitación es lo que la hace fuerte y obstinada para lograr sus triunfos.
Las excusas y los límites son barreras innecesarias si queremos triunfar en lo que nos apasiona, debemos utilizarlas como un impulso a no rendirnos y llegar a ser grandes en lo que soñamos.